A sus 61 años, Antonio Banderas mantiene un nivel de actividad que asombra a propios y extraños. “El otro día una señora me gritó en el teatro en medio de la función que si era yo de verdad”, dice a Efe durante una entrevista con motivo del próximo estreno en cines de “Uncharted”, junto a Tom Holland y Mark Wahlberg.

Desde finales de noviembre, Banderas está dirigiendo y protagonizando el musical “Company” en su Málaga natal (sureste de España) y ahora estrena en cines la adaptación cinematográfica del popular videojuego Uncharted, una superproducción de acción y aventuras en la que se pone en la piel del villano.

“Los villanos suelen tener más interés que los héroes”, asegura. También está rodando su parte de la próxima entrega de Indiana Jones, que se interrumpió debido al covid, y en breve empezará con la serie “The Monster of Florence”, sobre un asesino en serie italiano, aunque él esta vez será el reportero que investiga el caso.

“Se ha corrido la voz por Málaga de que hay un doble que hace el trabajo y que yo no estoy ahí o que cuando canto es ‘playback’, pero es algo que forma parte del mundo en que vivimos, las informaciones falsas han copado todo”, afirma. “Lo cierto es que hago un montón de actividades y a veces me enfado conmigo mismo por haber aceptado hacerlas”.

Pese a todo, dice que no mantiene una dieta especial y da buena prueba de ello engullendo el sexto donut de la mañana antes de arrancar la entrevista. “No sé si eso ayuda, en principio debe ser contraproducente”, apunta.

“Creo que me gusta mucho lo que hago -indica- y eso puede ser la clave de todo, si mi actividad profesional me produjera cierto rechazo no haría tanto ni tan a gusto; a veces se solapan las cosas y eso me lleva a estados extraños de mi personalidad, pero en el momento en que me pongo a hacerlas lo doy todo”.

“Quizá por eso a veces me enfado, porque no sé hacer cosas a la mitad, es mi personalidad, puede ser muy bueno o muy malo, pero así es”, remata.

En “Uncharted” Banderas interpreta a Santiago Moncada, heredero de una acaudalada familia que reclama como suyo un supuesto tesoro que habría encontrado en su vuelta al mundo en el siglo XVI Fernando de Magallanes y que también buscan los protagonistas, Tom Holland y Mark Wahlberg.

“Este es un malo extraño”, bromea, “porque el tesoro es mío, de mi familia, y vienen estos dos que son muy simpáticos y muy guapos y me lo quitan, yo debería ser el héroe de la película, pero así son las cosas en Hollywood”.

“Yo he tratado de hacer un personaje educado, culto pero con una violencia interna”, explica. “Más que sus acciones es su personalidad lo que le convierte en villano, es un megalómano que se mira el ombligo y solo piensa en el poder”.

Aunque el rodaje fue complicado debido a la pandemia, subraya que fue una buena experiencia. “Mucha mascarilla, mucho PCR y poca interacción entre nosotros, porque no podíamos irnos a cenar a conocernos mejor como solemos hacer. Pero me gustó, especialmente Tom, que es un cielo como persona, muy afable y muy normal y muy buen actor”.

Sobre Indiana Jones, dice que ya ha rodado escenas en Sicilia y en Londres y el próximo fin de semana volverá a la capital inglesa a terminar un par de escenas pendientes. “Pero aquí no hago de malo, soy un amigo de Indiana que colabora con él en la búsqueda, de nuevo, de un tesoro”.

Con eso y con todo promete “asomar la patita” en la ceremonia de los Goya del cine español que se celebrará el sábado, tras haber sido maestro de ceremonias en la edición del año pasado.

“Está lo mejorcito del cine español, a pesar de la época vivida se sigue rodando, el cine está mas vivo que nunca y va a ser una ceremonia muy bonita”, recalca.

FUENTE: efe

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