Las Grandes Ligas redoblarán el monitoreo de las pelotas como parte de una campaña para reducir su manipulación por parte de los lanzadores con sustancias prohibidas.
Mike Hill, el flamante vicepresidente de operaciones de béisbol y asuntos disciplinarios de MLB, escribió en un memorándum recibido el martes por los responsables de los equipos de que “los jugadores se exponen a sanciones … sin importar que no se tenga evidencia de que se descubrió una infracción durante o tras un juego”.
“Ejemplos de conducta prohibida incluyen el empleo de sustancias extrañas, aconsejar a un pitcher cómo usar o de lo contrario encubrir el uso de sustancias extrañas, interferir con el almacenamiento de las pelotas usadas y no denunciar el incumplimiento de estas reglas por parte de los jugadores o el personal”, añadió.
Hill dijo que los propios dirigentes de los equipos podrían cargar con la responsabilidad por infracciones del personal.
En un documento de dos páginas enviado a los dueños, directores ejecutivos, presidentes, gerentes generales y managers, Hill trazó tres nuevas medidas.
—Personal de vigilancia con dispositivos de detección cerciorará durante los juegos si se han cometido infracciones en las cuevas, camerinos, túneles, cajas de bateo y bullpen, entregando reportes diarios a la oficina del comisionado.
—Los umpires, los encargados de verificar la autenticidad de las herramientas de juego y el personal de vigilancia entregarán las pelotas que dejen de usarse a la oficina del comisionado para ser inspeccionadas y ser registradas, así como todo equipamiento y pelotas elegidas al azar. Un laboratorio independiente se encargará del análisis, y se identificará el vínculo de un lanzador con una pelota bajo sospecha.
—La oficina del comisionado también usará la tecnología MLB Statcast para analizar cambios en la rotación de la pelota en pitchers bajo sospecha de usar sustancias extrañas, comparando los datos del juego con los registros previos.