Washington (AP).- El presidente Joe Biden endureció el jueves los requerimientos de vacuna contra el COVID-19 a todos los trabajadores federales y contratistas, una medida con la que busca frenar la propagación de la variante delta, que cobra miles de vidas cada semana y pone en riesgo la recuperación económica de la nación.
Apenas semanas después de que exigiera que los funcionarios federales reciban la vacuna o de lo contrario se sometan a pruebas rigurosas y protocolos de uso de mascarillas, Biden se aprestaba a firmar el jueves una nueva orden ejecutiva para obligar a que se vacunen todos los empleados del Poder Ejecutivo y contratistas que hacen negocios con el gobierno federal, informó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
La información fue revelada antes del discurso que el presidente ofrecerá el jueves después más tarde en el que dará a conocer un plan de seis vías para hacer frente al rebrote más reciente de contagios de coronavirus y el ritmo ralentizado de la vacunación contra el COVID-19, apenas dos meses después de haber declarado prematuramente que la nación ´había logrado la “independencia” del virus.
Después de meses de utilizar promociones para persuadir a la gente para que se vacune, Biden se está volviendo más firme, con el riesgo de una nueva reacción adversa.
Psaki dijo que el “objetivo general de Biden aquí es reducir el número de estadounidenses no vacunados”, y señaló que alrededor de 80 millones de adultos siguen sin vacunarse.
La orden ejecutiva de Biden incluye excepciones para trabajadores o contratistas que han evitado vacunarse alegando cuestiones religiosas o médicas, precisó Psaki.
Los trabajadores y contratistas federales tendrán 75 días para vacunarse por completo. Aquellos que no cumplan serán derivados al departamento de recursos humanos de su agencia para recibir asesoramiento y medidas disciplinarias, incluso un posible despido.
“Nos gustaría ser un modelo” para otras organizaciones y empresas en todo el país, dijo Psaki sobre la fuerza laboral federal.
También se espera que Biden explique los planes para aumentar la realización de pruebas de coronavirus en escuelas, en un intento de mantener los centros educativos seguros, entre otras medidas que muestran que su gobierno está trabajando para detener el aumento alarmante de casos de COVID-19, al cual Biden culpa del reporte de empleos menor a lo esperado del mes pasado.
El presidente ha advertido que el incremento de contagios podría incluso poner en peligro la economía del país al tiempo que venzan algunas de las protecciones de la red de seguridad pandémica.
Más de 208 millones de estadounidenses han recibido al menos una dosis de una vacuna contra el COVID-19, y 177 millones se encuentran vacunados por completo, pero los casos confirmados del virus se han disparado en las últimas semanas a un promedio aproximado de 140.000 diarios con un promedio de decesos al día cercano a los 1.000, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés).