Las historias de éxito también hay que contarlas. La de Mitsuhisa Nishio, mejor conocido como “El Ninja” es una de esas que te sirven de inspiración para decir “yo puedo”. Este mote que le pusieron en su natal Constanza, de modo despectivo, hoy es el que le da el reconocimiento internacional que tiene en el área de la gastronomía.

Como chef e ‘influencer’ que pasea su orgánica fusión latina-asiática, por el mundo, pocos son los que no saben de quién se trata cuando se habla del “El Ninja”. Él le ha sacado provecho al nombre que cuando pequeño no quería escuchar.

Aunque nació en República Dominicana, sus raíces japonesas se dejan ver en su rostro y figura, y eso era motivo de burla para quienes lo veían diferente en un país que, aunque es el suyo, tiene gente con otras características faciales. ¡Cosas de muchachos! Como se dice aquí.

Todo eso quedó atrás. Luego de pasar mucho trabajo, de irse a Japón, donde también le hacían ‘bullying’ porque hablaba español, y volver a República Dominicana, volverse a ir y después decidir regresar para fijar residencia en Estados Unidos, “El Ninja” logra convertirse en un chef fuera de serie, con un menú que deja a más de uno suspirando por una combinación de sabores que rompe barreras.

Hoy no solo es parte de los dominicanos que entraron al libro Guinness con el mangú más grande del mundo, sino que es un chef que con su “show” gastronómico recorre diversas ciudades de Estados Unidos y otros países, poniendo en alto el nombre y el sabor de República Dominicana.

La receta de su madre

“Realmente, mi mamá ha sido de gran ayuda. Fue ella la que me dio la receta que me demostró a mí mismo y a los demás, que podía incursionar en la gastronomía. Eso ocurrió en el restaurante Soho, donde se presentó una oportunidad de trabajo, pero yo no tenía los conocimientos culinarios para el puesto. Me dijeron que tenía que hacer una demostración y lo único que se me ocurrió fue llamar a mi mamá para que me diera una receta japonesa. Así lo hizo, la mezclé con una dominicana y el resultado fue todo un éxito”. Lo cuenta con gran satisfacción y evidente agradecimiento.

En ese restaurante, conocido por las celebridades que lo visitan en la Gran Manzana, preparó un ‘fry calamary’, combinado con arroz y habichuelas, la famosa ‘bandera dominicana’. Dice que hizo hasta empanadas.

Su “hazaña” no solo se volvió interesante para los paladares, dos revistas japonesas también lo buscaron para entrevistarlo y conocer más sobre una receta que encantó y lo catapultó al puesto que hoy ostenta como chef internacional e ‘influencer’ culinario. “Creo que soy de los pocos o el único chef dominicano ‘influencer’ con presencia internacional”. Lo dice orgulloso de lo que ha logrado, pero dejando sentir la humildad que lo caracteriza.

Seis años duró en los fogones del famoso establecimiento, tiempo suficiente para darse cuenta que, aunque en Japón trabajó soldadura, y en Nueva York hasta construcción, su pasión es la gastronomía y lo demuestra en cada ‘show’ que hace por restaurantes de distintas ciudades donde “El Ninja” deleita a gente de diversas nacionalidades. Sus incontables fotografías con famosos de todo el mundo, lo testifican.

El Ninja” pasea la fusión latina-asiática por diversas ciudades

Constanza acaba de reconocer a Mitsuhisa Nishio, Mishu para ellos y “El Ninja” para todos. Con la distinción que le otorgó el Ayuntamiento Municipal, se le confirma lo orgulloso que está su pueblo de ver triunfar a un hijo de esa tierra que, quizás por haberse criado entre frutas y vegetales hoy le está sacando provecho a estos productos con obras de arte culinaria que ponen en alto el nombre de su amada República Dominicana.

Claro, él no olvida sus raíces japonesas, y acortando distancia junta lo local con lo oriental para dar sabor a una fusión que se ha adueñado de los paladares más exigentes de aquí, de allá… El sushi, por ejemplo, es su fuerte y no en vano le llaman ‘el rey del sushi’. La imaginación, la creatividad en su máxima potencia, el atrevimiento y la destreza le han permitido un resultado que deja boquiabierta a los amantes de la gastronomía.

“Te puedo decir que con esta fusión asiática-latina, me considero el primero en lograrla, aunque no fue fácil. Antes de llegar a coger confianza en esta área, pasé por mucha experiencia en otros trabajos, sobre todo, en Estados Unidos, donde no sabía inglés y tenía que coger lo que encontrara para sobrevivir, pero poco a poco fui avanzando hasta como te dije, me dieron una oportunidad en la gastronomía, que no sabía nada de ella, pero aprendí y ya llevo más de 20 años en esto”. Relata su historia y es como si tuviera saboreando uno de sus platos.

Tan bien le ha ido en estos menesteres, que ya ha abierto 10 o 12 restaurantes, en los cuales está incluido su menú, a cinco de ellos le ofrece asesoría. Cuenta con una parte de un restaurante en Providence, donde ha forjado su carrera con un apoyo que agradecerá por siempre.

El mangú más grande del mundo

“El Ninja” es uno de los chefs que hicieron posible que el nombre de República Dominicana esté en el Guinness World Records apadrinado por el sabor del mangú más grande del mundo. Para este se utilizaron 4.500 plátanos para el logro de unas 30,200 libras de mangú, cuyas porciones alimentaron a 1,000 personas.

“Le estoy muy agradecido a Amílcar Gonell por invitarme a participar en esta iniciativa suya que me permitió trabajar por el objetivo de lograr el récord, junto además, a María Marte, Carolina Arias, Pamela Gonell y a 100 voluntarios más que lo dieron todo por el mejor resultado”, cuenta Mishu feliz de que su país siga posicionando sus platos en el ámbito internacional.

De sus raíces

Hace 65 años que su familia japonesa vino a República Dominicana, estableciéndose en Constanza como otros paisanos. Él es de la segunda generación. Aunque sus raíces asiáticas las lleva marcadas en su físico, su corazón desborda un gran patriotismo por la tierra de Duarte, Sánchez y Mella.

De ambas naciones ha aprendido el precio del trabajo y lo importante que es disponerse y entregarse por completo si se quiere lograr el éxito en la vida. Partiendo de aquí es que dice: “He tenido que trabajar duro, porque aparte de mantener a mi familia con lo que hago, quiero también darle el ejemplo de que todo cuesta esfuerzo y dedicación”, lo comenta y se hace necesario citar otro dato que aporta: detrás de su éxito está su familia que es la que le ha empujado a ser creativo, modernizarse y ser mejor cada día. Está casado con una dominicana desde hace 25 años, con la que tiene tres hijos de 18, 20 y 24 años.

Planes

Quiere seguir ampliándose y planea realizar una gira gastronómica por diversos pueblos de República Dominicana. Ya ha hecho algunos ‘shows’ en Santiago, pero busca diversificar su propuesta y que más dominicanos tengan acceso a la puesta en escena de sus obras de arte, que son para chuparse los dedos.

FUENTE: listindiario

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