Estados Unidos y Francia, ante el pretérito y el presente, están compelidos a restaurar Haití, organizar su status de Estado fallido que es hoy, a Estado estable, incorporándolo al ritmo de sociedad normal al concierto de naciones, conforme reseño.
La colonia francesa de Saint Domingue en la porción oeste de La Española, al despuntar el siglo XVIII, era la más próspera y productiva de todas las colonias del Novo Mundo de los imperios que se disputaban como piñatas, el dominio y explotación colonial, economía de plantación, que entonces constituía la riqueza de las metrópolis de Europa, con mano de obra esclava.
Con un sistema de explotación inmisericorde, de extenuantes jornadas de trabajo y recurrentes castigos, ambos inhumanos, donde la compasión hizo mutis, y los excesos de trato, aborrecibles y condenables, un silente y nunca condenable genocidio de la raza africana por Francia.
Francia accionaba ese universo repudiable luego de la fementida Declaración de los Derechos del Hombre, proclamada el 14 de julio de 1792 con la pólvora sofocante del pueblo parisino asaltar la prisión La Bastilla, proclamando: “Todos los hombres nacen iguales ante Dios”, simple palabrería demagógica, conforme demostró la historia, cuando el 8 de noviembre de 1803, Jean Jaques Dessalines derrota las tropas napoleónicas en la batalla de Vertieres.
El 4 de enero de 1804, Dessalines proclama la primera república de negros del mundo y la segunda de América, precedida por Estados Unidos el 4 de julio de 1776, epopeya y odisea que a la postre, tradujo la miseria y el ocaso de concretizar una nación, cuando Francia exigió pagar por indemnización de guerra de liberación a Haití 150 millones de francos, hoy US$21 mil millones.
Lastre económico que resulta visceral para comprender la miseria, el atraso y el lastre sistémico integral que presenta Haití como Estado fallido, mejor fallado, en el criterio del historiador José Israel Cuello.
La Francia de Napoleón, la Francia de los odiados Luises, y hasta hoy, nunca ha demostrado ni asomos de arrepentimiento por los excesos inhumanos a Haití, tampoco solidarizarse con el país con mayor índice de pobreza de América Latina, y probable del planeta, ni recompensar la pesarosa e inhumana carga económica por indemnización de guerra.
La Francia de los fementidos Derechos Humanos, burla sangrienta comparada con la realidad de los hechos y la historia, honraría esta vez esa demagogia bruñida de sarcasmo, primero disponiendo que el Estado francés y empresarios franceses, inviertan recursos en industrias y turismo en Haití, y segundo, conceder status de inmigrantes a haitianos que deseen trabajar principalmente en la Guyana francesa, y otros territorios coloniales suyos.
Conforme es posible apreciar, la Francia de los acotejados Derechos del Hombre resulta ser el primer gran villano del descalabro de nación fallida y fallada que es Haití, lastrando en la miseria y desesperación a diez millones de personas, dignas de mejor trato y suerte por Francia, su primigenio verdugo.
Reto de EU con Haití
En su nada plausible para con Haití, EEUU debe y puede resarcir los daños históricos que ha ocasionado a Haití, primero con su ocupación militar del 28 de julio de 1915 al 1 agosto de 1934, dispuesta por el presidente Woodrow Wilson.
Primero, asegurarse cobrar préstamo a Haití otorgado por el presidente William Taft para cancelar resto deuda indemnización guerra impuesto por Francia.
Segundo, temor influencia económica 200 alemanes controlaban 80% economía haitiana, presentido potencial enemigo de EEUU, conforme demostró la historia en 1939, inicio II Guerra Mundial.
Tercero, reducir protagonismo líder antinorteamericano Rosalvo Bobo.
El interventor construyó infraestructuras puentes, carreteras, hospitales, aulas, canales riego, escuela agrícola, agua potable, inodoros por letrinas, primer marcado teléfono de América Latina.
Pero el insufrible prejuicio racial resultó incontrolable, causando, como siempre, graves distanciamientos entre el interventor, (los marines), y ciudadanía negra y mulata, abriendo heridas no suturadas y sin perdón a Francia.
Además, expediente innumerables violaciones sexuales de los marines, y en esa faena, el racismo desapareció.
El control economía haitiana varió de alemanes a norteamericanos, sin haitianos intervenir en ese proceso, castrando participación económica nativa.
Minustah
Estados Unidos vuelve a intervenir Haití mediante la criatura Minustah (2004-2017) por 13 años, operativo siete mil militares de 24 países, incluyendo EEUU, Canadá, Francia y RD, solicitud a Naciones Unidas por presidente Boniface Alexandre, sin concretizar encomienda original estabilizar país y apoyar inversiones en industrias y turismo.
Nada de esos apremios a la sociedad haitiana aportó Minustah, en cambio, brutalidad, criaturas abandonadas concebidas con haitianas, en su mayoría violencia género (estupros), ninguna inversión de EEUU, Francia, Canadá, villano socio de Francia para postrar Haití.
Esta reseña, además de denuncia censurable, es un aquelarre, un rito vudú, y el compromiso y reto no asumidos por EEUU y Francia, queda en suspenso, por verse, y siguen siendo los reiterados villanos de la desgracia de Haití, pretendiendo que RD asuma el reto, además de todo cuanto aportamos en mano de obra, parturientas e incontrolable trasiego de haitianos, saturando RD con más de dos millones de ilegales. Presagiando otro Kosovo en el Caribe de consecuencias imprevisibles.
Por: UBI RIVAS
ubirivas30@gmail.com
FUENTE: elnacional