Estudiantes toman emblemático edificio de la Universidad de Columbia en protesta contra la guerra en Gaza

Nueva York primeras horas de la mañana del martes, docenas de manifestantes ocuparon el Hamilton Hall de la Universidad de Columbia en Nueva York, en una nueva escalada de las protestas contra la guerra entre Israel y Hamas que han sacudido los campus universitarios de todo Estados Unidos. Los estudiantes colocaron barricadas en los accesos del edificio y colgaron una bandera palestina en una de sus ventanas.
La protesta se enmarca dentro de una serie de manifestaciones en las que los estudiantes han exigido a las universidades tomar acciones más decisivas contra la violencia en Gaza. En este caso, los manifestantes anunciaron que su ocupación continuaría hasta que la universidad aceptara tres demandas clave: desinversión en empresas vinculadas a Israel, transparencia financiera y amnistía para los manifestantes arrestados. Además, rebautizaron el Hamilton Hall como “Edificio Hind”, en honor a Hind Rajab, un niño palestino que murió durante los enfrentamientos.
A lo largo de la madrugada, los estudiantes, en su mayoría del grupo “CU Apartheid Divest”, intercalaron su protesta con mensajes en redes sociales, instando a más personas a unirse a la ocupación. La acción recuerda a las ocupaciones históricas del mismo edificio durante las protestas de derechos civiles y contra la guerra de Vietnam en 1968.
Por su parte, la universidad no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios, aunque su Departamento de Seguridad Pública sugirió que los miembros de la comunidad universitaria evitaran el campus Morningside si no era estrictamente necesario.
La ocupación ocurrió justo después de que expirara el plazo dado por la universidad para que los manifestantes abandonaran el campamento instalado frente al Hamilton Hall. Este campamento, que consistía en más de 120 carpas, había sido montado como parte de una protesta más amplia en apoyo a Gaza.
Los organizadores de la protesta señalaron que continuarán con la ocupación hasta que sus demandas sean escuchadas y aceptadas por la administración de Columbia, mientras las protestas en otros campus del país y del mundo siguen ganando fuerza.