EFE

El excorredor de bolsa británico Leon Logothetis dejó el mundo de las finanzas, para recorrer otros mundos, el geográfico y el social, desvelando del ‘bien que hay en la humanidad’ y documentándolo a través de sus libros y programas de televisión, trasmitiendo un mensaje de bondad y esperanza, según explica.

“Parece que a la gente a veces se le olvida cómo ser amable. Pero la amabilidad no es algo que tengamos que buscar fuera, porque habita en todos nosotros, todo el tiempo. Forma parte de lo que nos hace humanos y es lo que nos conecta a unos con otros, pese a todas las cosas malas del mundo”, según Logothetis.

“Cuando consigues que alguien se sienta menos solo, tú te sientes menos solo. Cuando haces que alguien se sienta mejor, tú te sientes mejor. Cuando das amor, tú recibes amor. Cuando somos amables, ¡ganamos todos!, destaca, apuntando que “la amabilidad es el idioma oficial del amor, la amistad y la alegría”.

Para el aventurero, orador motivacional, presentador de televisión, filántropo y escritor británico Leon Logothetis, “el mayor regalo del ser humano es la amabilidad”, una cualidad que fomenta la conexión entre distintas personas y de cada persona consigo misma, según asegura.

Después de ser corredor de bolsa en Londres “donde por fuera parecía que lo tenía todo, pero por dentro me sentía vacío de inspiración, desconectado y con una depresión crónica”, lo dejó todo para llevar una vida “en la carretera”, en un cambio de vida radical inspirado por la película “Diarios de motocicleta” (2004), según confiesa, (www.leonlogothetis.com).

Durante más de una década, Logothetis ha visitado casi cien países y viajado a todos los continentes, para buscar, encontrar y poner de relieve el ‘lado bueno’ de la humanidad, todo lo cual se hace patente en la serie televisiva documental ‘The Kindness Diaries’ (Los diarios de la bondad), de la que es protagonista y que han emitido plataformas como Netflix, Discovery Plus y BYU TV.

En ese exitoso programa de televisión, Logothetis viaja por el mundo a bordo de una moto con sidecar y un coche Volkswagen ‘Escarabajo’ “propulsado por la  generosidad, bondad y ayuda de los desconocidos”, sin aceptar su dinero, pero escuchando sus historias, y ayudando a esas personas bondadosas a cumplir sus sueños.

Señala que en su aventura alrededor del mundo, recibiendo y dando bondad, encontró la esencia de la humanidad y aprendió sobre los lazos que conectan a las personas en todas partes.

“Descubrí que cuando los seres humanos nos comparamos en base a nuestras similitudes en lugar de enfocarnos en nuestras diferencias, comenzamos a crear un futuro más brillante”, destaca Logothetis, que escribe libros, cuando no está haciendo programas de televisión o viajando para hablar en escuelas y empresas sobre el poder de la bondad, la compasión y la empatía.

En su última obra escrita, ‘El poder de ser amable’ (versión en castellano de ‘Go Be Kind’) propone “veintiocho aventuras y media que te cambiarán la vida y tu forma de ver el mundo”, un conjunto de enseñanzas y ejercicios cotidianos para entrenar nuestra capacidad de ser bondadosos y empáticos y conectarnos con otras personas y nosotros mismos, según explica.

El camino a la felcidad

“Cuando empiezas a practicar el arte de ser amable, emprendes el camino directo hacia la felicidad”, destaca Logothetis.

La amabilidad no es algo que se piensa sino que se siente, y “cuando la sentimos, ya sea al ofrecerla o al recibirla, nos sentimos felices y menos solos. Esto es un hecho”, asegura.

“Creo que la amabilidad es una cualidad innata dentro de cada persona. Sin embargo, como sucede con todos los rasgos de los seres humanos, debemos cultivar dicha cualidad con la mayor frecuencia posible para por poder sentir todos sus efectos”, declara Logothetis a EFE.“Ser amable cuando todo va bien y la gente nos trata con respeto es fácil. Pero ¿Y si intentamos ser amables cuando las cosas no marchan como nos gustaría y la persona que tenemos delante tiene una actitud, unas palabras o un comportamiento que distan de ser buenos…? Bueno, eso no es tan fácil”, reflexiona.

Logothetis tiene un sencillo truco que comparte con EFE para ser amable en aquellas situaciones que no invitan a la amabilidad: consiste en “mirar a la persona que nos resulta antipática o desagradable y fingir que es solo una niña o niño pequeños”.

“Si consigues hacer esto, será más fácil tratar a las personas ‘no amables’ con amor. Si esa táctica no funciona, entonces tal vez sea el momento de salir durante un tiempo de la situación en que te encuentras con esa persona…”, recomienda.

¿Que le impide ser amable…?

Aunque a menudo la dificultad para expresar amabilidad no radica en los demás sino en nosotros mismos, advierte Logothetis que dedica uno de los ejercicios o ‘aventuras cotidianas’ de su libro a descubrir “¿Que te impide ser amable?”

Para averiguarlo recomienda completar por escrito y con rapidez (en treinta segundo como máximo) un sencillo ‘examen’, consistente en identificar cuál de las siguientes opciones puede ser la raíz de nuestra dificultad para ser amables:

1 “Me aterroriza que me hagan daño si comparto mi corazón con el mundo”.

2 “¡Me enfada que el mundo sea tan duro y cruel a veces!”.

3 “Soy una persona tímida y en realidad no sé bien qué decir”.

4 “No soy tímido, pero, aun así, no sé bien qué decir”.

5 “No quiero pasar vergüenza, o peor, que me rechacen”.

6 “Siento que vivo en un planeta solitario”.

7 “Me siento como un zorro solitario”.

8 Otra posibilidad: …

Una vez descubierta la causa de aquello que sabotea o socava nuestra capacidad de ser amables, debemos quedarnos “ahí, un segundo con nuestra respuesta, aunque duela un poco”, porque “lo que sea que te impide conectar con otras personas es lo mismo que te impide ser verdaderamente feliz”, asegura.

La respuesta al examen del libro nos pone en contacto con “ese lugar oscuro que todos tenemos, esa gran herida que nos aparta del mundo y se interpone en el camino cada vez que queremos acercarnos a otra persona, cada vez que queremos ser sinceros con nosotros mismos.”, según Logothetis.

El autor confiesa que su gran herida consistió en sentirse solo durante mucho tiempo, y que consiguió sanarla conectando con otras personas, pasando así del dolor a la felicidad y añade: “Ese es mi caso, ¡ahora es tu turno!” (de descubrir tu herida).

“Cuando hayas descubierto esa herida y la tengas por escrito, colócala en un sitio en el que puedas mirarla y piensa en cómo puedes empezar a curarla hoy para llegar a ser feliz”, apunta.

El cambio es algo que lleva tiempo, que “no ocurre de la noche a la mañana”, pero que se “puede empezar ahora mismo”, enfatiza.

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