Los derrames oculares son bastante recurrentes, pero esto no quiere decir que debas pasarlos por alto. Es que algunos descuidos pueden generar problemas mayores conforme pase el tiempo.
Existen tres tipos de derrames oculares y cada uno tiene sus particularidades. ¡Mira!
1 – Derrame subconjuntival
Es el más inofensivo de los 3 y se debe a que los vasos sanguíneos más pequeños se rompen o tienen alguna fisura. Es por eso que la sangre queda atrapada en la conjuntiva, que es la mucosa que cubre la parte blanca del ojo. No ocasiona mayores problemas y desaparece de manera natural.
2 – Hipema
En este caso es cuando se acumula sangre entre la cornea, la pupila y el iris. Esto puede provocar un daño en los últimos dos. Es poco común, pero puede derivar en un dolor agudo o en el bloqueo de la visión. Hay que acudir a un especialista para evitar daños mayores.
3 – Hemorragias internas
No se ve a simple vista porque ocurre dentro del ojo, aunque a veces la acumulación de sangre puede hacer que el ojo se vea rojo. Generalmente está acompañada de inflamación, dolores agudos, presión en el ojo y requiere una visita urgente a un especialista.
FUENTE: diariolibre