La oficina de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) de la avenida Los Próceres está militarizada. Está bloqueada por miembros del Ejército que impiden que los contribuyentes accedan a las instalaciones.

La militarización no ha sido explicada al público y las personas, citadas incluso previamente por esa oficina, no son atendidas por el impedimento de los guardias.

Es el caso de un contribuyente que recibió una comunicación de esa oficina, que dice:

“Esta Dirección General ha detectado inconsistencia en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias referentes al IPI/2020.

“En tal sentido, deberá (n) comparecer en horario de 8:00 A.M. a la unidad de Control de Contribuyentes de esta ADM LOCAL LOS PRÓCERES, ubicada en la AVENIDA LOS PRÓCERES ESQUINA ERICK LEONARDO EKMAN, en un plazo de cinco (5) días laborales a partir de la recepción de la presente comunicación, a fines de recibir el Formulario de Detalle de Citación, el cual les (sic) proporcionará toda la información concerniente a las inconsistencias detectadas (sic) según lo dispuesto en la Norma General 07-2014.

“El no comparecer ante esta citación en el plazo requerido, constituye un incumplimiento de sus Deberes Formales como Contribuyente, conforme lo establecen los artículos 253 y 254 del Código Tributario. Asimismo, informamos que dicho incumplimiento habilitaría a la Dirección General para la Determinación de Oficio o Rectificación de los impuestos y períodos correspondientes, de conformidad con los procedimientos establecidos en la citada Norma General.

“Si utilizara un representante para el manejo de su (s) inconsistencia (s), es indispensable una autorización por escrito debidamente firmada y sellada donde se informe sobre esta delegación.

“Cualquier información adicional puede comunicarse al 809-633-3444.”

Ese contribuyente fue notificado el pasado 4 de este mes. En la comunicación, sin fecha, se expresa que “deberá comparecer”. Lo hizo ayer 7 de diciembre, a las 10:30 a.m., pero los guardias le impidieron entrar a las oficinas.

Los militares no reconocen la comunicación transcrita como una cita, y establecen que sin “cita” no se puede entrar.

Cuando el contribuyente ha intentado comunicarse al teléfono indicado, nadie responde.

Los militares son los intermediarios de la DGII con el público. Y no se tiene información de que haya establecido un régimen de restricciones para esa oficina.

Molestias como esas son usuales y los contribuyentes no saben qué hacer.

FUENTE: elcaribe

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