Vociferando improperios en contra de los senadores Ricardo de los Santos y el presidente del Senado, Eduardo Estrella, las personas que hacían el reclamo de los recursos alegaban que esos congresistas se “habían vendido” para no aprobar el proyecto de ley que devuelve el 30 por ciento de los fondos de pensiones que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados.

Amenazaron con una próxima movilización el 27 de febrero mientras el presidente de la República haga la rendición de cuentas.

La oficina de la senadora del Distrito Nacional, Faride Raful, fue afectada con varias ventanas rotas producto de las piedras lanzadas, al igual que el área de la biblioteca del Senado.

Un periodista tuvo que recibir atenciones médicas debido a los efectos de las bombas lacrimógenas, al igual que un camarografo fue despojado de sus pertenecías durante el incidente.