Recién nacida sufrió una parálisis cerebral; eso no le impide trabajar en su paletera, quiere tener un local
Para trabajar no hay excusas, salvo cuando se quiere tomar una vida muy ligera. Marilú Vásquez es una evidencia clara de eso.
Recién nacida sufrió una parálisis cerebral que le provocó discapacidad motora, razón por la que no puede caminar; habla con cierta dificultad pero le sobra espíritu emprendedor y ánimo para avanzar. Es un ejemplo a imitar.
Su vida laboral se desarrolla cada día en torno a una paletera de dulces y galletas, pero ha sabido incorporar nuevas opciones para los clientes, en ocasiones, aprovechando las coyunturas que se presentan.
“Comencé con una paletera, pero con los años, fui agregando productos como peinillas, cintas para el pelo, vaselina, ganchitos, corta uñas, etcétera. Tienen alta demanda entre la gente”, le dice la ejemplar mujer al periódico elCaribe.
En el peor momento de la pandemia de covid-19, Marilú sumó a su portafolio de productos los botellones de agua, las mascarillas, baterías para linternas, controles remotos y juguetes. Algunos de estos productos eran muy solicitados en esos momentos, en que el mundo estaba constreñido por una crisis sanitaria que daba miedo.
“Ahora es paletera y fantasía, por eso me gustaría nombrar mi negocito como Paletesía”, comenta Marilú desde una silla de ruedas que no le impide soltar una y otra sonrisa y mantener por lo alto su estado anímico. Su casa está ubicada en Valle de Las Américas, en las inmediaciones de la Autopista Las Américas, en el Gran Santo Domingo.
El entrevistador llegó temprano a la cita. Exactamente a las 8:15 de la mañana, porque a las 11:00 Marilú tendría que estar lista para asistir a la graduación de un curso técnico, una de sus actividades de formación continua de las que es asidua. No se detiene.
Con Marilú Vásquez se cumple aquello de que existen personas con tal optimismo y fuerza de voluntad que son sencillamente indetenibles.
El equipo de prensa llegó y la encontró activa y dispuesta a mostrar el negocio que emprendió hace alrededor de 12 años, cuando inició su historial crediticio haciendo uso del microcrédito. Un microcrédito que obtuvo a través de la Fundación Dominicana de Desarrollo (FDD), una institución que ha recorrido un largo camino en el otorgamiento de microcréditos y en la capacitación y acompañamiento financiero en el país y cada día robustece sus acciones.
Sombrilla de respaldo
La FDD tiene más de medio siglo de historia, un tiempo en el que se ha puesto de manifiesto el compromiso del empresariado dominicano. La FDD es el resultado del sentimiento de fraternidad y solidaridad que une a todos los dominicanos de todos los sectores socio-económicos de la República Dominicana.
Marilú tiene 51 años, está casada con Fernando Castro García y es licenciada en psicología. La casa es propia y vive allí junto a su madre y su esposo, que también tiene discapacidad motora por poliomielitis.
Fernando repara electrodomésticos. En su comunidad, ambos son un ejemplo de superación y resiliencia.
En el año 2013, aproximadamente el año en que Marilú comenzó su puesto de venta de golosinas, la encuesta EnHogar 2013, ofrecía interesantes datos que encajan con su historia: Alrededor del 20 % (19.6 %) del millón de personas que vive con algún tipo de discapacidad (físicomotora, visual, intelectual, auditiva o del habla), en la República Dominicana trabaja por cuenta propia (son cuentapropistas)”.
“La inclusión financiera, por medio del microcrédito para suplir el negocio es lo que me ha permitido diversificar la oferta y facilitarme muchas cosas en la casa para tener mejor calidad de vida y costearme mi carrera de psicología”, explica Marilú, en una conversación que según avanza se torna más interesante.
¡Ven y encontrarás de todo y más!… Ese es el slogan de Marilú, como si en esa frase condensara su sueño de comprar un local y llegar a tener un negocio más grande, tan grande como su anhelo de ser y vivir por encima de lo que para muchos podrían ser obstáculos.
Se le puede contactar en el teléfono celular: (809) 982-8768.
Optimismo
Marilú no se ha amilanado y ha procurado prepararse para la vida; ha estudiado y siempre ha mirado hacia adelante.
Adversidad
En plena crisis de covid-19 Marilú Vásquez amplió la oferta de productos para sus clientes, así aprovechó el encierro.
FUENTE: elcaribe