Sugieren restringir el uso de celulares en las aulas
Expertos coinciden en que los dispositivos móviles en las escuelas distraen a los estudiantes y afectan aprendizaje
El llamado general de la Unesco de limitar el uso de dispositivos electrónicos en las escuelas a la exclusiva “función clara de apoyo al aprendizaje” concita el respaldo de expertos en la salud mental y en el cuerpo docente de República Dominicana.
La psiquiatra Francis Báez va más lejos en su planteamiento. Opina que el Estado dominicano debería sumarse a la lista de países que ya prohíben el uso de celulares en las escuelas, tendencia a la que ya se suman 79 naciones, según un estudio publicado recientemente.
Estos datos están detallados en el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo Global de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Para la especialista, el país debería abocarse a la aprobación de una ley que prohíba el uso de celulares en los centros educativos. Aboga, además por un mayor control en los hogares e incluso a que se sancione a los padres que exponen a sus hijos desde muy temprana edad a tiempos prolongados frente a una pantalla.
“Qué bueno que la Unesco ha puesto atención a eso, porque ya nosotros los profesionales de la salud mental hemos hecho el llamado varias veces sobre el daño que produce el tiempo dedicado a los dispositivos inalámbricos específicamente en niños. Aplaudo a la Unesco y esperamos que vengan formas de prevención”, comentó.
En un comunicado, la Unesco destaca que “los estudiantes tienen que aprender los riesgos y oportunidades que conlleva la tecnología y no estar totalmente protegidos de ellos. Pero los países tienen que orientar mejor sobre qué tecnología está permitida en la escuela y cuál no, y sobre su uso responsable… Sólo debe permitirse en la escuela la tecnología que tenga una función clara de apoyo al aprendizaje”.
El retiro de los teléfonos inteligentes de las escuelas, mejora los resultados de aprendizaje, especialmente en el caso de los alumnos que obtienen peores calificaciones, según los estudios realizados en Bélgica, España y el Reino Unido citados en el informe divulgado por la Unesco. Consultada al respecto, la directora de la Escuela de Microbiología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Ramona Hernández, no ve la necesidad de una prohibición como tal. Sin embargo respalda el uso regulado de estas herramientas dentro de las aulas.
“No es necesario retirarlo, sino que en el momento de la clase que no estén pendientes al equipo para que pongan toda su atención en el tema de las clases. Cada cosa tiene su tiempo, si el maestro pone una asignación y es necesario usar ese equipo, entonces sí, pero en clase mientras el maestro está hablando, el estudiante a veces está chateando”, destacó la maestra.
La educación no tiene que adaptarse a tecnología
El debate sobre la pertinencia de regular el uso de dispositivos electrónicos en los centros educativos motivó a que elCaribe dedique el editorial “Celulares en las escuelas”, publicado el pasado miércoles 22 de enero, en el que se reconoce que “la adicción a las pantallas impide habilidades muy simples, como sumar pequeñas cantidades o multiplicar o dividir mentalmente”.
El artículo editorial subraya: “la tecnología evoluciona, la educación no tiene que adaptarse a ella, sino más bien adaptarla a las necesidades del educando, de ahí que debemos tener cuidado al poner en manos del estudiante un recurso que implique el mínimo esfuerzo para responder a sus tareas, porque si no se utiliza la propia inteligencia no habrá aprendizaje”.
Impacto negativo en aprendizaje
De acuerdo con la psiquiatra Francis Báez, el uso indiscriminado de los celulares lleva a que los estudiantes se aíslen y no puedan tener un buen desarrollo cognitivo. Los dispositivos móviles en las escuelas distraen a los estudiantes y su uso repercute negativamente en su aprendizaje, sostuvo.
“El niño no está socializando con los demás. El niño está aislado dentro de un mundo que no es real. Número dos, el niño no está poniendo atención a lo que debe poner y hace adicciones rápido y eso sucede con los dispositivos electrónicos”, explicó.
La experta en salud mental agregó que bajo esas condiciones, el niño no va a tener la capacidad para desarrollarse a nivel cognitivo, ni de buscar razonamientos lógicos a las cosas, debido a que el dispositivo todo se lo facilita.
“En mis tiempos no había celulares y si algo pasaba de una u otra forma se comunicaban con mi familia, ahora la gente cree que si no tiene ese dispositivo, no se va a poder comunicar, que cosas malas pueden pasar y no van a poder resolver”, puntualizó.
En tal sentido, hizo un llamado a los padres a estar atentos del contenido que buscan sus hijos en las redes sociales.
“No solamente está ocurriendo en la escuela, también ocurre en las casas donde los padres no están creando la conciencia, que en vez de darle un juguete y que el niño juegue carrito y que la niña juegue muñeca, le están dando un dispositivo para que se entretenga mirando una serie animada que al final muchas veces son mensajes, inclusive, no son ni siquiera adecuados para la edad del niño”.
Afecta atención en clases
Las consecuencias de la exposición a las pantallas a muy temprana edad preocupan al Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi), que advierte de daños a la salud y alteraciones en la conducta.
De acuerdo con la entidad, el sobreuso de dispositivos en la etapa escolar afecta la atención en clases, y según el gremio, los maestros están reportando casos en que los niños se les duermen en las aulas. La entidad alertó recientemente sobre los efectos altamente nocivos que produce en infantes y adolescentes la adicción a los dispositivos electrónicos y la exposición no filtrada de contenidos en las redes sociales, debido a que en esa etapa el cerebro no está en capacidad de discernir y analizar ese cúmulo de información. En tal sentido, el Codopsi advierte sobre problemas a nivel de conducta y en el desarrollo psicoemocional, incluso de dificultades cardiovasculares en esa población, además de los riesgos de la exposición a contenidos que instan al suicidio y a la violencia.
FUENTE: elcaribe